Propuestas de David

Verano

Hay que aprovechar el veranito para darse un journey por el norte. El viaje será en avión (no podía ser menos) hasta Londres. Allí haremos valer nuestro BritRail Pass (que nos permite viajar de la mañana a la noche en cualquier tren de Inglaterra, Gales -lo desechamos por esta vez- y Escocia, durante 8 días) y nos dirigiremos a Edimburgo, haciendo uso de la amplia experiencia británica en cuestión de ferrocarriles. Ponedle ocho horitas de camino, pero seguro que merecen la pena, atravesando Inglaterra de sur a norte, con esos campos, esas ovejas y esos jardines cultivados por obsesos de la geometría. Llegados a Edimburgo, nos dirigiremos a nuestro apartamento, in the very centre, y junto al mítico castle (mirad bien la foto: son las vistas desde el apartamento).

Una vez allí, dispondremos de cuatro noches con sus días (eso sí, si viajamos en agosto sólo serán tres, ya que es temporada altísima por el festival de teatro). (También hay que decir que, si escogemos viajar con una compañía de bajo coste, podremos alquilar el apartamento alguna noche más).

El apartamento, aparte de estar bien situado, está limpio y no tiene moqueta en el cuarto de baño (o no lo parece). Y no sólo eso, recordad que con el BritRail Pass (que sólo hay que canjear por un billete en la estación cuando vayáis a coger el tren) podéis daros un buen garbeo por las tierras escocesas (las altas, las bajas y las medianas), viendo cositas como el monstruo, las faldas y más ovejas. Y con ese mismo BritRail Pass nos volveremos a Londres, para regresar a casa en avión.

Invierno

En invierno lo mejor es refugiarse en una ciudad, y aprovechar para ver lo que ésta tiene que ofrecernos. En el caso de Nápoles, eso supone aprovechar que no hace calor y que hay menos turistas, y que las noches son más largas y puede que con eso se tranquilicen un poco y hasta haya menos jaleo por la calle (aunque en navidades aquello debe ser la locura). El viaje será en avión hasta Roma, y allí tomaremos un tren (el que nos guste más: el rápido, el intercity...) hasta Nápoles. Como máximo, son dos horas de camino, y la estación de Nápoles está en plena ciudad, claro.

El presupuesto incluye taxi hasta el apartamento, situado en los Quartieri
Spagnoli (en el mismo centro), y no os deberían cobrar más de 10 euros. Dispondremos del apartamento 1 semana (y aun así sale más barato que el de Edimburgo): es pequeño pero agradable (la foto, prego), y el barrio es de película neorrealista.

Qué decir del entorno de Nápoles, ya sea por tren (Pompeya, Herculano, el Vesubio) o por barco (Capri, la costa amalfitana...). Y es barato. Tanto, que si el viaje a Roma nos sale bien de precio, podríamos alquilar el apartamento una semana más.

Y una última cosa, para el invierno 2008-2009 ya deberían haber arreglado, paliado al menos, el problema de la basura (aunque creo que el follón no es en el centro, sino en un barrio de las afueras).