Duración: 8 días
Viaje: En avión Santiago-Madrid-Arlés y allí alquilar un coche para visitar la región o alquiler de coche desde Santiago
Hotel: LÁnphitéatre, en Arlés
Entre el Ródano y el mar
Saintes-Maries-de-la-Mer,
la capital de la Camarga, situada a escasos cinco kilómetros, se esparce entre
los brazos del Ródano y el mar, es la gran marisma del sur de Francia. Es un espacio protegido de
la región de la Provenza, en la que galopa el caballo blanco camargués, pacen
los toros y se contonean los flamencos. Un lugar donde el hombre ha aprendido a
convivir con las salinas, dunas, arrozales y marismas de la Camarga.
La mejor puerta de acceso a la Camarga es Aigues-Mortes. Puerta oeste de la Camarga, esta ciudad
amurallada (s. XIII), se asienta junto a una marisma. Desde
Aigues-Mortes, la carretera D58 discurre entre marismas y, tras 25 kilómetros,
da acceso al Parque Ornitológico de Pont du Gau, un espacio a orillas del Étang
o laguna de Ginés, lleno de senderos, observatorios y paneles para la
identificación de las aves, se pueden ver cerca de 2.000
flamencos.
Saintes-Marie-de-la Mer. Enclave de peregrinación marinera, destaca la
iglesia de Notre Dame de la Mer (s. XII). Arles. Fundada por los griegos en el siglo VI a. C. y luego
conquistada por los romanos, conserva importantes vestigios –ocho son
Patrimonio de la Humanidad– como el anfiteatro de las Arenas, el teatro romano
y las termas de Constantino.
A
inicios del siglo XX, la ciudad atrajo a pintores como Gauguin, Picasso y
especialmente Van Gogh quien, fascinado por la luz, vivió allí su etapa más
creativa y llegó a pintar 300 cuadros en 15 meses. En Arles han señalizado los
escenarios de Van Gogh: la plaza del Forum (Le
café le soir), el muelle del Ródano (Nuit étoilée) y la plaza Lamartine (Maison jaune). Otro rincón para reconocer
la atmósfera retratada por el pintor holandés es el mercado de los sábados, uno
de los más coloridos de la Provenza.
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